El Fogon de Santa Maria, Alburquerque (Badajoz). 
La interesante historia que da lugar a este Fogón de Santa María tiene su origen en el matrimonio formado por una madrileña que hace funciones de jefa de sala, Lola Soisa y Pepe Cordovilla, un alburquerqueño a los mandos de la cocina.
Juntos y en base a una certera reflexión, la de la inexplicable ausencia de un negocio de hostelería en el casco antiguo de esta bella localidad, decidieron hace poco más de diez años embarcarse en este proyecto comprando y restaurando una antigua casa ubicada junto a la Iglesia de Santa María del mercado y a los pies del majestuoso Castillo de Luna.
El resultado en el interior no pudo ser mejor, una espectacular y acogedora sala en varios niveles, forrada en piedra y sustentada por muros centenarios que suma poco más de siete mesas. El conjunto se complementa con otro espacio en la planta baja que es utilizada para estancias más breves con disposición a modo de barra y en la que se encuentra una joya a modo de aljibe del siglo XVII.
Es así como el maridaje espacio y gastronomía en este restaurante se hace más motivante. Pero no es hasta la madurez, hace poco más de quince años, cuando Cordovilla comienza a expresar para otros su pasión y habilidad entre fogones. Para ello, realiza varias formaciones en el Hotel Río y en el desaparecido restaurante Aldebarán de Fernando Bárcenas, con el fin de construir una sólida estructura con la que articular su estilo de cocina. Cocina basada en la tradición, el recuerdo y en influencias familiares queda plasmada en varios de sus platos.
La carta, mantiene los clásicos apartados de un menú, entrantes, primeros, segundos y postres. Entre sus platos más demandados, destaca el cochinillo confitado (15€), los huevos al cajón (10€), el cabrito (15€) y el rabo de toro (15€) ambos estofados.
Nosotros y dadas las expectativas, planteamos la degustación a modo de prueba de fondo, comenzando con un cuidado y siempre agradecido aperitivo a base de patatera, chorizo de la localidad y rulo de cabra.
Iniciamos la secuencia con esta clásica ensalada de perdiz escabechada bien ejecutada y sin contrapuntos.
Sorprendieron las criadillas, bien tratadas en la sartén y complementadas con una base de ajo frito, vino blanco reducido, clara y un toque de yema del mismo huevo cocido que ligaba el conjunto. Un plato reeditado del recetario de la abuela de Pepe que aportaba al momento un punto emocional.
El momento divertido lo representó uno de los platos estrella de la casa, los “huevos al cajón”. Huevos fritos con puntilla cuya yema aparece envuelta por la clara. Los huevos son trinchados por el camarero en la mesa en un acto pseudopaternal que evoca sonrisas y recuerdos a la infancia. En el interior, una sorpresa a modo de tacos de jamón que resultó innecesario por su excesiva abundancia y falta de cocinado. A pesar de ello, una acertada propuesta que implica una importante habilidad en todos los ámbitos de la vida incluida en la mesa, el humor/diversión.
Buen sabor el de estos arenques sobre patata cocida, algo pasada y espolvoreados con pimentón que bien lo complementaba. Un plato que recordaba desde un punto de vista conceptual al clásico pulpo a feira.
Resultó excelente el cochinillo confitado, crujiente por fuera y sabroso por dentro, acompañado con un equilibrado puré de manzana, sin duda un plato de nota.
Finalizamos esta exquisita pera al vino tinto a la que le faltó salsa de la propia cocción y le sobró un incomprensible acompañamiento de nata montada industrial y caramelo que nada aportaba.
Buen servicio de pan de elaboración local.
En cuanto a la carta de vino, varias referencias de las denominaciones Ribera del Duero y Rioja y justa lista de vinos extremeños relevantes cuya mayor presencia, bien podrían redondear la rama regional también en este aspecto.
Muchas son las motivaciones para visitar este Fogón de Santa María, un proyecto de magnífico resultado en lo arquitectónico, estético y gastronómico.
Restaurante El Fogón de Santa María
Precio medio por persona aprox: 25€
Abierto sólo los fines de semana y festivos.
Calle Santa María 1, 06510. Alburquerque.
Teléfono: 660 031 300
http://www.elfogondesantamaria.es/


Espectacular para el paladar!!
Las vistas inmejorables y el trato como de familia!!
Calif: 14 sobre 13!!!
Bueno,lo visitaremos,desde luego la zona es muy bonita.
Acogedor, zona y vistas inmejorables. Trato exquisito y la comida insuperable. Con acceso a discapacitados lo cual es de agradecer para un lugar tan pedregoso como es la villa de Alburquerque. 15 sobre 10. Seguro repetimos la maravillosa experiencia
Conozco desde sus comienzos esta joya de la gastronomía-arquitectura y he de decir que siempre he disfrutado tanto de la cuidadísima cocina, como de la delicadeza del trato recibido por parte de Lola y Pepe. Vale la pena coger el coche desde Badajoz o desde donde sea para ir al Fogón. Más que recomendable.
Ir a Alburquerque siempre es un placer. Y si además comes en un sitio precioso una comida estupenda, lo es aún mas.